El día de ayer, la prestigiosa Universidad de
la Sabana[1]
publicó un Comunicado Oficial referente a su posición frente a la adopción de
niños por parejas LGBTI, con el fin de aclarar el concepto enviado a la Corte
Constitucional frente a este tema. El comunicado, termina siendo una
contradicción a todo lo que una universidad representa.
La Sabana, empieza diciendo que respeta a
toda persona, sin distinción de ninguna naturaleza. Pues aquí tal vez se esté
refiriendo a que independientemente de la condición u orientación sexual, la Universidad no ve diferencias, pues al fin y cabo el dinero es un bien de género; que la
matrícula la pague un homosexual o un heterosexual, a la Sabana le es
indiferente.
Luego señala que en el año 1973, hace más de
40 años, la American Psychiatric Association –APA-, excluyó a la homosexualidad
de la clasificación de enfermedades. Eso sí, es bastante enfática que fue la
Asociación, y no la Universidad la que la excluyó de su clasificación privada. Han pasado más de 40 años.
Teniendo en cuenta que la Corte
Constitucional puede acceder a conceptos y ayudas académicas con el fin de
orientar sus fallos, este Tribunal ofició a La Sabana, (vaya dios a saber por
qué ofició a una universidad del Opus Dei) para que manifestara su concepto
científico en relación con los efectos que para el desarrollo integral de un
menor podría tener el hecho de ser adoptado por parejas de un mismo sexo.
Bueno, no soy genio, pero creo que la
intención de la Corte era obtener de parte de la Sabana un desarrollo
científico y serio del tema. No obstante lo anterior, al leer extractos del
mismo[2],
se denota que las conclusiones a las que llegó La Sabana son meras opiniones
que parecen sacadas de una conversación de coctel:
-
Chatico, y vos ¿qué pensás de los homosexuales?
-
No, pues qué te dijera, su “comportamiento
se aparta del común, lo que constituye de alguna manera una enfermedad”.
-
Tienes toda la razón, ayer en la Urna Virtual sacaron “la siguiente votación: 177.199 votos por el
no (90.78%) contra 17.801 (9.09%) votos a favor”, frente a la
pregunta de si estábamos a favor o en contra de la adopción de los homosexuales.
-
Claro, además i-ma-gí-na-te que en “hogares con adultos que tienen relaciones sexuales de tipo homosexual
introducen inherentemente factores más estresantes a los niños y niñas
adoptados, porque estos adultos presentan más problemas sicológicos, como la
ansiedad, la depresión ideas e intentos de suicidio, suicidio y desordenes de
la conducta, y de HIV”. Menos mal que en los hogares nor-ma-les, eso no
pasa.
-
Es que eso no pasa, es decir, mi santo padre a veces si corregía a
mi mamá, pero porque ella se lo merecía, y claro, yo lloraba por eso, pero
porque a esa edad yo no entendía que los hombres están es para corregir a las
mujeres, por eso es que una familia debe ser conformada por un hombre y una
mujer.
-
Claro, ¿vos te imaginas una familia de dos mujeres o de dos
hombres?, es que “En hogares en los que
habita un adulto homosexual, los niños tienen más probabilidades de
experimentar estrés y perjuicios asociados al abuso sexual por parte de un
adulto homosexual”.
-
Exacto, pues mi tío, que tenía su esposa y varias queridas, se encerraba
con mi hermana en el cuarto cuando éramos chiquitos, pero eso es normal, porque
pasa dentro de una familia nor-mal.
Y así seguiría la conversación que llevó a La
Sabana a pronunciarse sobre el tema de la homosexualidad y la posibilidad de
que parejas LGBTI adoptaran niños sin hogar. Se trata de niños a los que sus padres (algunas parejas heterosexuales) abandonaron, porque aunque La Sabana no lo acepte, las parejas heterosexuales también tienen problemas sicológicos como ansiedad, depresión, ideas e intentos de suicidio, suicidio, desórdenes de conducta, SIDA..., y la lista sigue.
El concepto de la Universidad fue enviado a la Corte, a pesar que intuiciones como el ICBF, el Colegio Colombiano de Psicólogos, el Ministerio de Salud, la Defensoría del Pueblo, la Fiscalía General de la Nación, la Comisión Colombiana de Juristas, entre otras estén a favor de la adopción igualitaria en Colombia.
El concepto de la Universidad fue enviado a la Corte, a pesar que intuiciones como el ICBF, el Colegio Colombiano de Psicólogos, el Ministerio de Salud, la Defensoría del Pueblo, la Fiscalía General de la Nación, la Comisión Colombiana de Juristas, entre otras estén a favor de la adopción igualitaria en Colombia.
Hay algo que se debe resaltar de todos los
debates que se enmarcan dentro de los derechos de los LGBTI, y es que la
postura del “contra” tiende a atacar por el simple hecho de que considera
inaceptable moralmente la posibilidad de que un ser humano ame a otro del mismo
sexo. Una vez lo tildaron de "¡excremental!".
Muy a pesar de toda esta controversia y su marcada posición del "contra", La Universidad de la Sabana no tuvo ningún
reparo en aceptar el dinero de la matrícula de Tomás, ni el de su novia. Ambos
nacieron mujeres, se conocieron allí, se enamoraron y desde hace 5 años
viven juntos. Tomás aplazó un semestre en el pregrado, y en la entrevista de reintegro, cosa
que no hacen con nadie (que aparente ser heterosexual), y a pesar de haber sido "Alumno Distinguido", tuvieron el descaro de preguntarle cosas como: “¿Tú por qué te vistes así, te peinas así?, ¿Por qué Laura -la novia- hizo tus vueltas para el reintegro?, ¿Por qué no vives con tus papás?”
Finalmente, y a pesar de las complicaciones que fueron apareciendo en el camino, Tomás se graduó, contra viento y marea, como Gastrónomo Profesional, junto
con Laura, de la Universidad de la Sabana:
A la postura del “contra” no le interesa la
orientación sexual cuando se trata de pagar impuestos o cobrar matrículas;
terminaron aceptado la unión marital de hecho a regañadientes, y algunos hasta
se atreven a decir que “sí, ellos tienen derecho, pero que adopten un
animalito, no un niño”.
La idea de crear debate es dejar claro a los "contra" que no se trata de atacar a los LGBTI por
el hecho de ser LGBTI, sino de brindar a los niños de Colombia el amor de una
familia. El amor no tiene fronteras señores.